Anno Domini

Era Común (ECE. C. o e. c.) y antes de la Era Común (AECa. E. C. o a. e. c.) son designaciones alternativas al empleo de las expresiones «después de Cristo» (d. C.) y «antes de Cristo» (a. C.). Para referirse a la Era Cristiana, el latín emplea «A. D.» —Anno Domini, es decir, «año del Señor».

Las designaciones Era Común y antes de la Era Común son usadas por académicos y científicos de todas las confesiones debido a su neutralidad, puesto que los términos «a. C.» y «d. C.» poseen un matiz religioso.1

En algunas ocasiones, en lugar de E. C. se puede encontrar la abreviación e. v. (en latín, era vulgaris: «era común»).2

En arqueología suele utilizarse la denominación «antes del presente» (AP) que por convención se refiere al año 1950. Un fechado radiocarbónico con una antigüedad de 4000 años AP, equivale aproximadamente a la expresión 2000 a. E. C. (dos mil antes de la Era Común, que equivale a decir, 2000 antes de Cristo).

Al igual que en el caso de la Era Común, la Ortografía de la lengua española publicada en 2011 en México también registra las abreviaturas «a. n. e.» (antes de nuestra era) y «d. n. e.» (después de nuestra era).20 Esto significa que también en este caso hay un reconocimiento por parte de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española acerca del uso de esta abreviatura.

  • El calendario gregoriano se ha convertido en un estándar global después de siglos de dominación política, cultural y militar de Occidente. Por lo tanto, sería conveniente presentarlo de la manera más neutral posible ante otras culturas que se han visto obligadas a adoptarlo.8
  • Por otra parte, en el marco del actual cuestionamiento a la historicidad de Jesús, junto a ello se ha cuestionado la alusión a su nacimiento como un hito válido para establecer un criterio de corte entre eras históricas.9 10 11 12
  • Y aún asumiendo como un hecho la existencia de Jesús, la etiqueta «Anno Domini» es ciertamente errónea en lo que se refiere al nacimiento de Jesús de Nazaret que, probablemente ocurrió antes del 4 a. C. (que fue el año de la muerte de Herodes el Grande).13
  • La expresión «Anno Domini» (que significa literalmente ‘año del Señor’) sería útil sólo si precede al número de los años. Por ejemplo: A. D. 655. Pero cuando se usa con el número de los siglos (y otras unidades de tiempo, como décadas y milenios) genera problemas gramaticales: A. D. siglo VII, significaría literalmente: ‘En el año del Señor siglovii’, es decir, un error sintáctico de concordancia. En cambio la referencia EC evitaría ese problema. Por ejemplo: «era común, siglo xxi».

El calendario occidental no es el único en el mundo. Existen muchos otros, como los siguientes: